Trabajo en equipo I
“El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo gana campeonatos”
Michael Jordan
“Sinergia: acción de coordinación entre partes o elementos, cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales”.
Bien recuerdo que mi maestro de Mercadotecnia del posgrado (Mtro. Pedro Reynoso y Diaz del Guante QEPD), nos mostró un rollo con varitas, tomó una y le pidió a un compañero que la quebrara en dos partes, así lo hizo, pero luego le pidió que hiciera lo mismo con el rollo de varitas, desde luego no pudo, mi maestro nos dijo, es igual con el trabajo en equipo, es fácil superar a uno por uno, pero muy difícil hacerlo con todos juntos.
Para integrar un esfuerzo colectivo lo primero que debemos tener claro es un PROPÓSITO COMÚN. Seguido de una competente manera de ORGANIZARSE, dicho propósito puede ser fijado por los líderes o autoridades, por ejemplo una meta de ventas para una empresa, o el ganar un campeonato para un equipo profesional, pero el propósito también puede ser asumido por los propios miembros de una manera consensuada, por ejemplo para sobrevivir en medio de un desastre, lo importante es que los miembros del equipo “hagan suyo el propósito común”, esto en lenguaje coloquial consiste en “ponerse la camiseta”.
Por lo que respecta a la organización que debe asumir el equipo son claves los siguientes aspectos:
- Asignar un líder.
- Que todos los miembros conozcan y entiendan los objetivos y metas comunes.
- Asignar las responsabilidades de cada miembro.
- Establecer un mecanismo para involucrar a todos en las decisiones.
- Promover la colaboración.
- Establecer y fijar fechas y plazos de entrega, así como características que deben cumplir los resultados esperados.
Es importante no confundir un grupo con un equipo, el primero se refiere a personas que comparten un mismo espacio y quienes incluso pueden tener una meta, pero trabajan de manera independiente y autónoma, mientras que el objetivo común es el principal diferenciador para catalogar el trabajo como equipo.
El plan del equipo: Una vez fijado y esclarecido el objetivo común, debemos establecer la ruta que nos llevará al resultado, delinear acciones, asignar recursos, establecer indicadores de medición de avances y mantener una eficaz retroalimentación con los miembros.
Algunos autores identifican etapas o fases en el desarrollo de equipos:
- FORMACIÓN: En esta etapa los integrantes se empiezan a conocer y desde luego existen dudas y expectativas, por tanto, la cautela y precaución son inherentes al funcionamiento.
- TURBULECIA: Pueden surgir algunos conflictos entre los miembros y por tanto es conveniente el diálogo y la mediación.
- NORMATIVIDAD: Se profundiza la comunicación, mejora la cohesión e impera mayor armonía
- DESPEMPEÑO ADECUADO: Se consolida la colaboración, se crean procesos estructurados e incluso pueden definirse estándares de alto desempeño.
- FINALIZACIÓN: Con el logro de los objetivos y las metas, los integrantes del equipo pueden regresar a sus actividades después del trabajo temporal colaborativo.
CONCLUSIÓN:
A manera de una conclusión temporal (profundizaremos en el tema de los equipos en otros artículos posteriores) me permito comentar que existen varios tipos de equipos lo cual modifica algunos de sus alcances y características, por ejemplo, existen equipos de funciones cruzadas, fuerzas de tarea temporales (como la que se comentó), e incluso ahora los llamados “equipos virtuales”
Pronto en el CMC ofreceremos un curso especializado en el tema e integrado a las demás competencias transversales fundamentales, concebidas como competencias “blandas”, por ejemplo: escucha efectiva, observación en el lugar de trabajo etc. Que forman parte del programa denominado TRANSVERSALIA PLUS.
Del Autor: José Luis Castro, actual vicepresidente técnico académico del Complejo Mexicano de Capacitación y Evaluación para el trabajo SC. (CMC)